"Las fuentes del silencio"

de Ruta Sepetys

Madrid, 1957. El joven americano de dieciocho años, Daniel Matheson, aterriza en la capital española junto a sus padres, un importante empresario texano del petróleo y una española. Mientras se hospedan en el Hotel Castellana Hilton de Madrid Daniel conocerá a una joven doncella llamada Ana cuya vida no ha sido nada fácil ya que la guerra civil le arrebató a sus padres cuando era muy joven. 

Aunque sus vidas han sido muy distintas, se uniran a través de la afición por la fotografia de Daniel, cuyo objetivo será conocer el país de su madre y descubrir en primera persona cómo vive realmente la sociedad española tras la Guerra Civil y el impacto de ésta en sus vidas. Daniel querrá contar la realidad de la dictadura al mundo.

Este es el tercer libro de Ruta Sepetys que leo, en mi blog podéis leer las reseñas de "Entre tonos de gris" y "El color de los sueños", ambas novelas me encantaron. Todas las novelas de Ruta tienen en común que están centradas en historias personales emotivas y donde la protagonista siempre es una chica joven que se encuentra en una situación difícil durante una época difícil.

Si "Entre tonos de gris" se centra en la Lituania de los años 40, durante la dictadura de Stalin, y "El color de los sueños" nos traslada en la Nueva Orleans de los años 40 y 50, esta vez Ruta, en "Las fuentes del silencio", nos traslada en la España de la postguerra a través de una historia fictícia donde el país necesitaba regenerarse económicamente después de la guerra y por ello el dictador Francisco Franco abrió fronteras con países extranjeros como Estados Unidos para que estos invirtieran en el país. En este caso, Ruta centra su historia en hechos reales que tuvieron lugar en España como fue el caso del robo de bebés. 

De los tres libros de Ruta Sepetys que me he leído este es el que me ha parecido más flojo y por lo tanto, és el que me ha gustado menos, no por los hechos que nos quiere transmitir la autora sinó por la historia fictícia a través de la cual nos lo explica. Para mí la historia de Daniel y Ana es una historia bonita en general pero demasiado previsible. A medida que iba leyendo me iba imaginado lo que iba a suceder, ya lo iba intuyendo, y como consecuencia la historia perdia un poco el misterio de saber lo que iba a suceder. Además, el final de la historia me ha parecido demasiado perfecto y aburrido.